La Organización Mundial de la Salud ha concluido que “la pérdida auditiva inducida por ruido es la enfermedad ocupacional más común en Latinoamérica, representando cerca de 1/3 de los casos reportados”. Según lo anterior, ¿es posible pensar en prevenir este padecimiento? La respuesta es SI y de manera concreta es posible a través de soluciones éxitosas en protección auditiva.
7 Tips para prevenir la perdida auditiva en la empresa
- Monitoreo del ruido en la fuente
Antes de tomar cualquier decisión respecto de las acciones para controlar o eliminar un riesgo asociado a ruido, es necesario poder determinar los niveles del mismo. La Resolución 2400 de 1979 dice que el nivel máximo admisible para ruidos de carácter continuo en los lugares de trabajo será el de 85 decibeles de presión sonora, medidos en la zona en que el trabajador habitualmente mantiene su cabeza, lo cual será independiente de la frecuencia (ciclos por segundo o Hertz).
El Artículo 89 manifiesta que donde la intensidad del ruido sobrepase el nivel máximo permisible, será necesario efectuar un estudio ambiental o análisis acústico por medio de instrumentos que determinen el nivel de presión sonora y la frecuencia.
Por lo anterior, es precisamente la fase de detección del ruido la que genera de primera mano una importancia fundamental. Los análisis de ruido deben incluir medición de presión sonora (dB) en el rango de frecuencias (63 a 8000 Hz) haciendo un barrido, con el fin de poder tener una identificación clara del tipo y características del ruido.
La medición del ruido se deberá realizar a través de instrumentos calibrados (sonómetro), por personal calificado como ingenieros de sonido o ambientales, competente y preferiblemente siguiendo una metodología definida que detalle:
- Puntos de medición.
- Tipo de ruido por área o espacio
- Fuentes de ruido o maquinaria.
- Tipo de medición: sonometría / dosimetría a realizar en cada puesto de trabajo.
Una vez definidas las metodologías, se pueden transformar los niveles de presión sonora en bandas de octavas a un valor único en dB(A), a objeto de tener una representación en un valor único que permita dimensionar de manera práctica el nivel global de presión sonora evaluado en cada punto, a partir de los valores de bandas de octavas obtenidos.
- La importancia para definir los controles de ruido
La misma Resolución 2400 incluye en su Artículo 90 la jerarquía de control de riesgos auditivos, la cual sigue el típico control de riesgos en el origen, en la fuente y en la persona.
Artículo 90. El control de la exposición a ruido se efectuará por uno o varios de los siguientes métodos:
- Se reducirá el ruido en el origen mediante un encerramiento parcial o total de la maquinaria o procesos productores de ruido; se cubrirán las superficies en donde se pueda reflejar el ruido con materiales especiales para absorberlos, se colocarán aislantes para evitar las vibraciones, se cambiarán o las piezas gastadas, se lubricarán las partes móviles de la maquinaria.
- Se controlará el ruido entre el origen y la persona, instalando pantallas de material absorbente.
- Se limita el tiempo de exposición de los trabajadores al ruido.
- Se retirarán de los lugares de trabajo a los trabajadores hipersensibles al ruido.
- Se suministrarán a los trabajadores los elementos de protección personal, como tapones, orejeras, etc.
- Selección del protector auditivo
La solución no esta en el protector auditivo, pero si es una herramienta de importancia. Encontrar un elemento de protección que sea el más cómodo para el trabajador pero a su vez, el que de mejor manera atenúe el nivel y tipo de ruido es una tarea difícil. Lo primero es ser identificado en la fase de monitoreo (detección). Existen diversos estándares, normas o metodologías que permiten de manera cuantitativa, tener una base para seleccionar el tipo de protector auditivo.
Es recomendable tener un fundamento técnico e ingenieril que soporte la adecuada selección de un protector auditivo y no tomar decisiones de manera superficial. Se debe tener en cuenta que la exposición a ruido generalmente no tiene signos de reconocimiento en corto plazo y por tanto, las decisiones de protección deben ser las más idóneas.
- Examen de audiometrías
Una vez analizada la definición de los niveles de ruido y la selección de las medidas de control (dB), se deben realizar las audiometrías correspondientes para evaluar desde el punto de vista médico los niveles auditivos del personal expuesto y su comportamiento en el tiempo; estas evaluaciones permitirán identificar posibles casos de personal expuesto que estén teniendo pérdidas auditivas.
5. Capacitaciones e inducciones
El personal expuesto debe estar capacitado y entrenado en:
- Identificación de riesgos auditivos.
- Medidas de control que ayuden a mitigar o eliminar la exposición.
- Selección y uso de protectores auditivos.
- Frecuencias de cambio y efectos en la salud.
Este entrenamiento se debe realizar como parte de los programas de inducción al cargo y de manera periódica de acuerdo a los requerimientos de ley o internos de cada organización según el Sistema de Seguridad y Salud en el Trabajo.
6. Soluciones Acústicas
Realizar los acondicionamientos acústicos necesarios para tener un confort acústico para así mismo evitar levantar la voz o exceder el ruido exterior y afectar el entorno laboral.
7. Desarrollo ingenieril y Seguridad y Salud en el Trabajo
Un seguimiento médico que permita realizar un análisis auditivo con un examen de audiometría. De nada funciona si una persona está expuesta en su sitio de trabajo y no utilice las medidas de control definidas por su empleador. Ya que en algunos casos estando por fuera de la empresa está expuesto a niveles de ruido que puedan afectar su salud (discotecas, bares, conciertos)
Es importante no hacer caso omiso a los primeros síntomas que estan asociados a una pérdida auditiva. La primera señal del trabajador expuesto no protegido es la aparición de un zumbido en sus oídos que dura de forma prologada. Éste desaparece en horas o quizás en días, por lo cual se le resta importancia y no se consulta al médico a tiempo. Cuando el zumbido se torna constante, el daño es irreversible y desastroso.
Es vital trabajar en la cultura de conservación auditiva que permita a cada trabajador desarrollar su propio método de control del riesgo auditivo.
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